por Fabián Retamar
El intento por lograr una ley de humedales lleva más de una década, y a pesar de los incendios que en los últimos años arrasaron con grandes extensiones del territorio de islas, la activa participación de una enorme cantidad de organizaciones sociales que se movilizaron a miles de personas en defensa de los humedales no alcanzó para que los legisladores se dignen a tratar la ley.
A pesar de la importancia de los humedales en el territorio Argentino que abarcan unos 600.000 km cuadrados, de los cuales solamente durante 2021 se quemaron más de 500 mil hectáreas, el Gobierno Nacional no incluyó el tratamiento de la ley en el temario enviado el último martes 25 de enero, al Congreso de la Nación, por lo cual perdió, una vez más, estado parlamentario.
Esto ocurre a pesar del compromiso asumido por el presidente Fernández de dar tratamiento a la Ley tras perder las primarias de setiembre de 2021. Lo que sí se incluyó en el temario enviado por el Gobierno nacional al Congreso para tratar en las sesiones extraordinarias, es la Ley de Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial… Casi una contradicción.
Parece en vano todo el esfuerzo de los ambientalistas que durante tanto tiempo realizaron actividades para visibilizar la problemática y para advertir sobre la gravedad de la situación… parece en vano toda la movilización de los que siguen luchando incansablemente para exigir que salga una ley que proteja las especies y comunidades que habitan los humedales, una ley que genere un ordenamiento para su conservación y su uso racional; una ley que evite los agronegocios o los negocios inmobiliarios que intentan desarrollarse en estos espacios.
Todo parece en vano… pero no lo es. La lucha va a continuar a pesar de la frustración, el desgaste, el desengaño y la bronca. Todos las ONG´s y sectores sociales que vienen trabajando por concientizar, visibilizando la problemática, y exigiendo la ley, renuevan su compromiso y siguen peleando como hace una década; sumando cada veza más voluntades y voces a favor de una Ley de Humedales que todavía, a pesar de la necesidad, no se trata.
