por Fabián Retamar
En su primera Cadena Nacional, el presidente Javier Milei, habló del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) denominado “Bases para la reconstrucción de la Economía argentina”, que ya fue publicado en el Boletín Oficial. El DNU deroga más de 350 leyes y modifica otro tanto. En su discurso, Milei mencionó -según dijo- las 30 más importantes.
Y quizás, las que más interesan dentro de esas 30, son la derogación de la ley de alquileres; la derogación de la Ley de Abastecimiento y de la Ley de Góndolas; la transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización; modernización del régimen laboral, modificación del Código Civil y Comercial para permitir contratos en moneda extranjera; Modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales, modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas; desregulación de los servicios de internet satelital.
De hecho, estas medidas, que son lógicas y coherentes con el pensamiento neoliberal, ya que quita la regulación e intermediación estatal, han provocado el malestar de un sector social que siente vulnerado sus derechos. A tal punto que tras ganar la pulseada del denominado Protocolo Antipiquetes; hubo marchas y cacerolazos en diferentes puntos del país.
Desde el gobierno, creen que es todo armado y algunos referentes del espacio libertario, como Fernando Cerimedo, postearon en sus redes “Que no se les ocurra a los zurdos o los bandidos de los K hacer alguna pelotudez golpista, porque esta vez la libertad la defendemos con la vida”. El diputado Agustín Romo retuitó al usuario “Las fuerzas del cielo” que dijo: “Por si tienen alguna duda quiero contarles que nos chupa la pija cuantas marchas hagan. Nos van a tener que sacar muertos. Creyeron que era joda. Los vamos a destruir”. El propio Milei dijo que los que salieron a cacerolear “tienen síndrome de Estocolmo” y agregó “Básicamente están abrazados y enamorados del modelo que los empobrece”.
Desde el espacio libertario creen que las protestas son organizadas y representan una minoría y que los anuncios del DNU cuentan con el respaldo popular necesario para sostenerlas. Sin embargo la CGT anunció una movilización para el próximo miércoles 27 en rechazo a la reforma laboral y definirían el día de realización de un paro general.
Es que este DNU toca varios tema sensibles para los sindicatos, como son la eliminación de la ultraactividad de los convenios, la reversibilidad y cuidados del teletrabajo, la ampliación del período de prueba y hasta la desregulación de las obras sociales.
Por su parte Milei anunció que convocará al Congreso a sesiones extraordinarias para avanzar con nuevas reformas. “Pronto se van a enterar, vamos a mandar un proyecto de ley que contiene aspectos sobresalientes en lo que tiene que ver con el funcionamiento del Estado”. Además, en una entrevista con Radio Rivadavia, destacó los dichos de Marcos Galperín, CEO de Mercadolinbre, que posteó en sus redes sociales “Te mintieron durante 80 años y te dijeron toda la verdad en 10 minutos”.
En líneas generales y salvando las distancias y el contexto, las ambiciosas “Bases para la reconstrucción de la Economía argentina”, tienen varias similitudes con la transformación del estado propuesta en los 90 por Carlos Menem. La diferencia es que en aquel momento los sindicatos estuvieron a favor de la denominada flexibilización laboral y la llegada de las AFJP; y el arco político estaba de acuerdo en la necesidad de la transformación del estado -básicamente las privatizaciones- y únicamente ponía en tela de juicio, el modo en que querían hacerse.
En la actualidad y sólo por ahora, se están midiendo fuerzas y habrá que ver quien gana la pulseada. Milei tiene a los sindicatos y a las organizaciones sociales en contra, y a todo el arco político, exceptuando a los propìos, muy enojados porque, dicen que, “se avasalla la división de poderes”. La justicia tendrá un rol fundamental; habrá que ver que posición adopta, y los tiempos que se tome.
